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Estructuras residenciales

En la búsqueda de construir el hogar ideal, destacamos por ser minuciosos en la elección de materiales que forman su estructura, adaptándonos a sus necesidades personales y a las del terreno para conseguir el mejor resultado con el menor coste posible y siempre sin perder calidad.

La primera repercusión de esta decisión recaerá en la cimentación, seguido de la capacidad de moldeado de la misma, para ello nuestra primera opción siempre és:

Steel Frame

Es un sistema constructivo que utiliza perfiles de acero galvanizado con garantía de durabilidad de más de 300 años. Consta con las siguientes ventajas:

Ligereza: Facilita el transporte y montaje en la obra, reduciendo costos logísticos y de cimentación.
Resistencia: Proporciona una estructura robusta que puede soportar cargas verticales y horizontales, ademas de ser inalterable por humedad, salinidad o radiación solar.
Eficiencia: Su proceso industrializado acelera la construcción y reduce los tiempos de ejecución, ademas no genera sobre costes ya que se calcula con exactitud el material.
Versatilidad: Permite diseños arquitectónicos diversos, adaptándose a diferentes estilos de viviendas.
Sostenibilidad: Minimiza el desperdicio de materiales y puede ser reciclado y reutilizado.
Compatibilidad: Se puede implementar junto con cualquier tipo de construcción por su adaptabilidad.

Es un sistema increíble, seguramente uno de los que acabará copando el mercado en el futuro, pero tiene una serie de desventajas y es ahí donde lo apoyamos con otros de nuestros materiales:

Limitaciones de carga y resistencia

A pesar de ser un material con gran capacidad de carga, presenta problemas a partir de la 3 planta, ahí es donde entra en juego el acero laminado, como pilares y pórticos donde colocar la estructura fusionando las dos mejores cualidades de ambos materiales

Con la capacidad de carga pasa igual, y llega un punto en el cual el hormigón prefabricado brilla: como forjado para grandes luces.